martes, 1 de marzo de 2016

Mujeres de guerra - Salomé Ureña -


Prominente escritora y educadora, reconocida como una de las figuras centrales de la poesía lírica del siglo XIX e innovadora, no fue solo una destacada escritora, sino también una gran luchadora por la igualdad de derechos entre mujeres y hombres. Su lucha la convirtió en una mártir en su país y es recordada por su arduo trabajo en favor de la educación femenina.








Salomé Ureña de Henríquez, nació el 21 de octubre del año 1850 en Santo Domingo, escritora y pedagoga, es considerada como la poeta nacional de la República Dominicana. Fue hija del también escritor y preceptor Nicolás Ureña de Mendoza.
Sus primeras lecciones las tomó de su madre Gregoria Díaz. Más tarde su padre la llevó de la mano en la lectura de los clásicos, tanto españoles como franceses.
Debido a ello, la joven Salomé alcanzó una educación y formación intelectual y literaria que ayudaría a codearse con el mundo literario de su país a los quince años.
Ureña fue la alumna de Eugenio María de Hostos, un intelectual educador, filósofo, sociólogo y escritor puertorriqueño.
Las obras de Salomé se centraron en el amor a la patria y en su entorno familiar. Aunque de obra no muy extensa, logró llamar la atención de gran parte de Latinoamérica por la profundidad de sus escritos.
Entre sus trabajos más reconocidos están La Patria, El Ave y El Nido y Sombras, Ruinas, entre otros.
Solo tenía quince años de edad cuando comenzó a escribir, publicando posteriormente su primera obra a la edad de diecisiete años y haciéndose conocida por su espontaneidad y ternura.
Alrededor de 1881, Salomé fue animada por su marido para abrir el primer centro de educación superior para mujeres jóvenes en la República Dominicana, lo cual hizo el 3 de noviembre de ese año bajo el nombre de Instituto de Señoritas.
En los cinco años subsiguientes, seis mujeres se graduaron de maestras en el Instituto, algo poco común en ese momento.
Por problemas de salud Salomé Ureña cerró el Instituto en el año 1893. Fue abierto nuevamente en junio de 1896 y se estableció en Puerto Plata por un tiempo, regresó a Santo Domingo y nuevamente a Puerto Plata, el 2 de enero de 1897. Años después de su muerte, el instituto fue bautizado con su nombre.
Murió debido a complicaciones de tuberculosis en 1897, a la edad de 46 años. Fue enterrada en la iglesia de Nuestra Señora de las Mercedes y trasladada en 1972 al Panteón de la Patria.

No hay comentarios:

Publicar un comentario